Israel fue creado por parte de bandas terroristas israelíes mediante el saqueo de Palestina con crímenes que comenzaron desde el año 1947 y continúan hasta el día de hoy. En base al terror generado por masacres horrendas cometidas contra población indefensa, lograron apropiarse ilegalmente de aproximadamente de un 80% del territorio. En 1967 Israel ocupa el 100% de Palestina. Desde hace más de 75 años el pueblo palestino viene clamando e implorando a la comunidad internacional por justicia. Pero Israel de manera totalmente impune sigue generando ataques diarios, provocaciones y terrorismo continuo de parte de colonos ilegales y fuerzas militares de la ocupación israelí, lo que incluye ataques a hospitales, escuelas, viviendas, cultivos, lugares religiosos sagrados, cristianos e islámicos, universidades, aeropuertos, entre otras acciones catalogadas según el derecho internacional como crímenes de guerra.
Israel se encuentra nuevamente cometiendo graves crímenes contra la humanidad, utilizando lo que se denomina “información de guerra”, que consiste en utilizar a la prensa mundial para esparcir una o varias mentiras, al igual que EEUU cuando mintió a toda la comunidad internacional sobre la supuesta posesión de armas de destrucción masivas de Iraq, con lo que justificó la brutal e ilegal invasión de ese país, lo que generó millones de víctimas inocentes. Esta práctica, se denomina “propaganda de la atrocidad”, que busca generar emociones de odio y violencia contra un grupo o pueblo determinado, en base a falsas acusaciones, para que la opinión pública deshumanice a los blancos de estas falsas acusaciones, de esta manera justificar la realización de atrocidades con invasiones militares totalmente desequilibradas y que de otra manera serían totalmente inaceptables, como los castigos colectivos, el uso de armas químicas prohibidas, los bombardeos indiscriminados de población civil inocente.
La violación por parte de Israel de la legalidad, los acuerdos firmados, el incumplimiento de las resoluciones de la ONU, y el pisoteo constante de todos los derechos más básicos de los palestinos, son las verdaderas causas de la destrucción del proceso de paz. Palestina viene implorando al mundo por justicia hace más de 7 décadas, sin ser escuchada ni defendida ni tomada en cuenta por la comunidad internacional, que al contrario, hace caso omiso a las acciones de la potencia ocupante, siendo los palestinos víctimas de prácticas criminales racistas con total impunidad.
Los grupos de resistencia armada palestina, hacen uso del derecho avalado por el marco legal internacional de todo pueblo bajo ocupación extranjera a defenderse del ocupante mediante todos los medios a su alcance.
Bajo ningún motivo se puede llamar defensa a las acciones de Israel, toda vez que es la potencia invasora y ocupante de un territorio robado. Los únicos que se defienden realmente son el pueblo palestino ocupado y saqueado por una potencia inmensamente superior militarmente; Israel posee una de las fuerzas armadas más poderosas del mundo y palestina no posee siquiera un solo tanque, ni avión, ni buque de guerra. Su población resiste valientemente una ocupación criminal, que ocupa la mentira en los medios de comunicación, para justificar crímenes de guerra a vista y paciencia de toda la comunidad internacional. Reconocer a Jerusalén oriental como capital de Palestina, respetar las fronteras de junio de 1967, reconocer el derecho del pueblo palestino a la independencia y soberanía y poner fin a la ocupación ilegal de Israel sobre tierras palestinas es un requisito básico para poder lograr seguridad, estabilidad y paz en tierra santa. La paz requiere justicia, libertad e independencia para el pueblo palestino, y no su exterminación.
