El Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura, en conjunto con Subpesca y el apoyo de la ONG Environmental Defense Fund (EDF) trabajaron en conjunto en el Manual de Buenas Prácticas de cultivo para las APEs el que fue lanzado este jueves en Valparaíso.
La Acuicultura en Pequeña Escala (APE) es una actividad productiva desarrollada por hombres y mujeres, organizados de las más variadas formas, a través de la cual, en diversos territorios del país, ya sea en cuerpos de agua y/o en tierra, han encontrado una alternativa para generar ingresos, mediante la producción de distintos recursos hidrobiológicos como peces, moluscos y algas, con fines de repoblamiento y/o comercialización.
Esta actividad productiva, con más de 40 años de existencia en Chile, ha recibido un impulso en los últimos años, principalmente con la entrada en vigencia del Reglamento para la Acuicultura de Pequeña Escala en el año 2022, el cual reconoce, visibiliza y norma la actividad, como una alternativa productiva y un complemento de actividades tales como; la pesca artesanal, agricultura y turismo. Actualmente se encuentran inscritos en el Registro Nacional de Acuicultores de Pequeña Escala, 950 titulares con más de 1.000 centros de cultivos a lo largo de todo Chile.
Dando cumplimiento al Reglamento de Acuicultura de Pequeña Escala, que instruye al Sernapesca a dictar un manual que establezca las condiciones generales de operación sanitaria y de acreditación de origen legal, que deberán cumplir los centros de acuicultura de pequeña escala, es que se presentó el Manual de Buenas Prácticas de Cultivo para la APE.
La actividad se desarrolló hoy en el Salón Maturana del edificio de la Dirección Nacional, en una ceremonia encabezada por la Directora Nacional de Sernapesca, Soledad Tapia Almonacid, a la que también asistió Sergio Palma, Director para Chile de EDF, además de usuarios de APE, Subpesca, Municipalidad de Hualpén, Dirección Zonal de Pesca, quienes participaron en el primer Encuentro Macrozonal de los funcionarios de Sernapesca pertenecientes a las regiones desde Valparaíso a Biobío.
“Hoy tiene lugar un hito muy importante dentro de la implementación de la reglamentación de la Acuicultura de Pequeña Escala (APE), con miras a acercar a nuestros usuarios/as a la normativa sanitaria aplicable y facilitar su cumplimiento. Esta es una actividad desarrollada por hombres y mujeres, organizados de las más variadas formas, a través de la cual, en contextos territoriales, técnicos y con distintas necesidades, han encontrado respuesta a sus necesidades económicas, de desarrollo personal, e incluso de perpetuación de su herencia cultural, a través de la producción de peces, moluscos y algas, realizando con ello una democratización de los espacios de cultivo y aportando a una transición más equitativa, justa y verde”, expresó Soledad Tapia.