Artículo de Opinión por Érika Yazmín Zárate Villa, Jueza de Distrito especializada en Ejecución de Penas en la Ciudad de México, comisionada para el desempeño del cargo de Secretaria de Estudio y Cuenta en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
En 1885 Emilio Zola escribió una novela, sobre la lucha de los mineros por sus derechos laborales, la narración subraya la trascendencia de unos personajes que sembraron en los trabajadores el deseo de una vida digna. Situaciones como las del texto, con ese espíritu de protección de derechos, se han presentado en diversos momentos de la historia de la humanidad, para incrementar los derechos de las personas empleadas.
Sin embargo, en la actualidad esas luchas ya no son suficientes, por ejemplo, el caso de los escritores de Hollywood en huelga, para que los estudios de cine no los sustituyan por la inteligencia artificial generativa, puede sobrepasar los derechos laborales obtenidos hasta ahora. Asimismo, hace pocos días, gracias a un podcast de música, me enteré, que, el compositor Philip Glass, hasta sus años cuarenta de vida trabajaba como taxista para poder obtener ingresos para vivir, porque sus trabajos de compositor no le proporcionaban los ingresos necesarios. Esos casos llevan a reflexionar que el tiempo de los derechos laborales es ahora, porque se están presentando circunstancias nuevas en los empleos y crecen los trabajos atípicos que a veces, por apartarse de los modelos conocidos de trabajo, no están regulados o lo están de forma muy deficiente.
La Organización Internacional del Trabajo indica que el empleo atípico incluye el empleo temporal; el trabajo a tiempo parcial; el trabajo temporal por medio de agencia; la relación de trabajo multipartita; el empleo encubierto, el empleo por cuenta propia económicamente dependiente, el trabajo en el domicilio del trabajador, las plataformas digitales de trabajo.
El reto de nuestras sociedades es lograr que todo tipo de trabajo alcance el adjetivo de decente, por ejemplo, qué pasa en estos trabajos atípicos con la prestación de comida o comedor o vales de comedor o tiempo de traslado para comer. Qué haremos para que los Estados regulen en beneficio de los trabajadores, empleos que para algunos puedan parecer un pasatiempo, pero en realidad se trata de un trabajo que cumple las notas para considerarlos una relación laboral, por ejemplo, los e-sports o las personas que pasean perros. Esto y más debe poner nuestra atención en el Derecho Laboral, porque no todo está dicho.