En nuestro país, 8 de cada 10 muertes por cáncer de pulmón están asociadas al consumo de tabaco, siendo la primera causa de muerte por cáncer en hombres y mujeres.
Según datos del Observatorio Global del Cáncer, en Chile se diagnostican más de 3.900 casos de cáncer de pulmón al año, enfermedad consistente en el crecimiento descontrolado de las células de los pulmones y que genera la formación de tumores, teniendo como principal responsable el uso del tabaco.
Pese a que se trata de una patología que se puede prevenir, y que en 9 de cada 10 casos tratar de manera curativa, durante el último tiempo se ha registrado un significativo aumento tanto en incidencia como en mortalidad. Según el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del Ministerio de Salud, entre 2021 y 2022, el cáncer de pulmón se mantuvo como la primera causa de muerte por cáncer en hombres y mujeres de nuestro país, con más de 6.770 fallecidos.
Al igual que otras patologías oncológicas, este tipo de cáncer tiene un fuerte impacto a nivel regional. Según información del DEIS, durante 2022, la Tasa Ajustada de Mortalidad (TAM) de la región del Maule fue de 14,66. Es decir qué por cada 100 mil habitantes, 15 perdieron la vida por esta causa, lo que representa una disminución respecto del mismo período anterior.
Entre 2021 y 2022, Maule registró más de 350 decesos por esta enfermedad, de los cuales el 60% correspondió a hombres y el 40% restante a mujeres. Las comunas donde se registró el mayor número de muertes por esta patología fueron Talca, 24%, Curicó, (15%), Linares (8%), Parral, (6%), y Longaví, con el 5%, respectivamente.
En cuanto al rango etario más afectado, el 55% de las muertes se produjo en hombres y mujeres entre los 70-89 años, seguido por un 39% entre los 50-69 años.
Educación: pilar de la prevención
Si bien el tabaquismo es responsable de 9 de cada 10 casos de cáncer de pulmón, y de la muerte de 8 de cada 10 personas con esta enfermedad, hay factores de que pueden aumentar la posibilidad de padecer esta patología, como por ejemplo: ser fumador pasivo (expuesto al humo ambiental del tabaco), antecedentes familiares directos de cáncer de pulmón, haber recibido radioterapia en el pecho, estar expuesto al arsénico en el agua potable y exponerse al radón y al asbesto.