Viernes, Marzo 29, 2024
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[ENTREVISTA] Aumento del sueldo mínimo: experto despeja dudas sobre posible inflación y desempleo

El principal hincapié del economista apunta a “cuidar lo que tenemos”.

Juan Riquelme Won, director del Magíster en Economía de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Talca.

El aumento paulatino del sueldo mínimo es una realidad. Como bien se sabe, la semana pasada, la Cámara despachó a ley el asunto: el 1 de septiembre llegará a los $460.000 y a partir del 1 de julio de 2024, la remuneración alcanzará la anhelada cifra de $500.000.

Asimismo, hay que tener en cuenta que, en caso de que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) experimente un incremento acumulado que supere el 6% hasta diciembre de 2023, el salario mínimo aumentará en $470.000 a partir del 1 de enero de 2024.

Además, se implementó una medida de respaldo que consiste en un subsidio dirigido específicamente a las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPymes) y Cooperativas, para minimizar el impacto económico que podrían experimentar los negocios, sobre todo los que atraviesan por momentos estrechos de manera constante.

En esa línea, Diario El Centro entrevistó a Juan Riquelme Won, director del Magíster en Economía de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Talca, quien dejó en claro algunas respuestas fundamentales para entender el panorama nacional.

-¿El salario mínimo podría tener efectos en la inflación?

“El salario mínimo si puede tener efectos sobre la inflación, porque es de cierta manera retroactivo, entonces se va ajustando según la inflación pasada. Ahora, cuando se reajusta pensando en los índices inflacionarios futuros, no genera tanta presión. 

Este aumento del salario se va a traducir en un aumento real del 20%, entonces puede tener efectos negativos, pero es importante entender que no se pueden anticipar perfectamente las consecuencias. Siempre va a existir un costo en estas grandes decisiones, pero hay que asumirlo, es parte de la evolución natural de la economía”.

-¿Considera que fue un buen momento para aumentar el salario?

“En el corto plazo no, no fue un buen momento por dos razones: Una, que estamos entrando en la parte del ciclo económico hacia la reducción del empleo, sobre todo el empleo cíclico de nuestra región. Sabe muy bien que en el verano hay muchas oportunidades de trabajo. Hay mucha gente que trabaja en el sector agrícola y en el invierno en general nosotros tendemos a guardarnos un poco. Entonces cuando se aumenta el salario mínimo durante la baja del empleo, se generan más presiones. Eso en primer lugar.

Lo segundo es que estamos en recesión técnica. Tenemos dos trimestres consecutivos donde la actividad económica ha ido en baja. Entonces, fijar salarios e incrementar el mínimo pone más presión sobre el sistema de creación de empleo. Ahora no es todo malo, digamos que el momento, a lo mejor, no es el más adecuado, pero lo bueno de estos anuncios es que han sido graduales o la propuesta es gradual, entonces eso da espacio para realizar ajustes”.

-¿Entonces considera que esto es un costo que había que asumir a nivel de economía, a pesar de que tal vez no era el mejor momento? 

“Cualquier fijación de precios genera costos. Esto pone bastante presión sobre la estructura de empresas, principalmente, en aquellas más pequeñas, que son las que más trabajadores tienen. Por esa parte, no es muy bueno en estos momentos, sobre todo en el Maule, que fue una de las regiones que más empresas pequeñas vio caer en la quiebra.

El salario mínimo no aumenta el desempleo, lo que hace es cambiar la composición del empleo. Entonces, lo que va a suceder es que muchas empresas pequeñas que daban trabajo y que pagaban el mínimo, probablemente desvinculen a algunos trabajadores por un tema de costos. Estas personas no se van a quedar permanentemente desempleadas, sino que se empiezan a mover hacia el sector informal. Claro, es un fenómeno que hemos venido observando hace rato en la región. A nivel nacional es como aproximadamente el 27%, y en la Región del Maule es un poquito más alto, el 32,3%”.

-En su visión como experto en economía, ¿qué podría vislumbrar a futuro?

“Este año va a ser un año bien difícil para las familias y para las empresas. Cuando uno habla de empresa, la mayoría de ellas son pequeñitas y son las que pueden atravesar una situación precaria, por lo tanto, tienen que tener más cuidado. Aquí el llamado es a cuidar muy bien lo que tenemos y tener cautela para tomar decisiones de riesgo. 

Principal ojo en las compras, por ejemplo, de largo plazo. No es un buen momento para comprar automóviles o casas. No estamos tan mal como pensábamos que íbamos a estar este año, pero igual, el panorama no es muy alentador”.

-¿Cree que podamos tener, en materia económica, un futuro mejor para Chile o todavía no se puede afirmar nada respecto a eso?

“Yo mantengo las expectativas de los expertos del mercado en general. Hacia el 2024, cuando retomemos la parte creciente del ciclo, vamos a empezar a salir de este problema, claro, si es que nada cambia o si es que el panorama internacional tampoco cambia. Hay cosas sobre las que podemos tener injerencia y sobre las que no, claro, pero probablemente al final del próximo año estaríamos retomando las condiciones que llamamos normales, tales como una tasa de crecimiento alta, una inflación estable y predecible y ojo, la inflación muy baja también es mala, pero lo que tenemos que hacer es tratar de llevarla hasta un 3%”.

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