Artículo de opinión por Arcadio Cerda Urrutia, Doctor en Economía de la Facultad de Economía y Negocios, Universidad de Talca.
La inflación sigue creciendo, aunque más lentamente, llevamos acumulado 15,2%, si consideramos el año 2022 y lo que llevamos a abril de 2023, manteniéndose la importante reducción del poder adquisitivo de la población. Es decir, tendremos que convivir con ese mayor costo de la vida a futuro, somos todos más pobres, de ahí la importancia que las organizaciones tomen conciencia, y dejen de dar reajustes “nominales” mezquinos a sus trabajadores.
Dado lo anterior, algunos políticos, “utilizando su creatividad”, están proponiendo eliminar el uso de la Unidad de Fomento (UF) en algunos contratos, como por ejemplo en la salud, educación, créditos hipotecarios, y arriendos, lo que para algunos puede sonar interesante, puede también terminar perjudicando a las personas que se trata de ayudar.
Principal rol de la UF
El principal rol de la UF es funcionar como una unidad de medida constante y estable en términos de poder adquisitivo. Al utilizar la UF en contratos y transacciones, se evita que la inflación afecte significativamente el valor real de las obligaciones a lo largo del tiempo. Es decir, mantener su poder adquisitivo de los montos cobrados en dichos contratos. Es decir, la UF permite comparar fácilmente precios y valores a lo largo del tiempo, ya que su valor se actualiza según la evolución del Índice de precios al Consumidor (IPC). Además, la UF da previsibilidad en los contratos y transacciones, pues se establece un marco predecible y estable para el cálculo de valores y pagos
El impacto de eliminar la UF
Si se prohíbe usar la UF como unidad de medida para realizar ciertos contratos, quizás se de cierta estabilidad a quien le toca pagar mensualmente un determinado monto de dinero, dado que dicho valor no variara. Sin embargo, quien ofrece un crédito o debe cobrar un pago futuro por algún servicio, al definir ese monto de dinero a pagar, indudablemente utilizará la inflación esperada a futuro incorporándola en dicho monto de dinero, y como existirá cierto desconocimiento de ello, lo más probable que ocurra es que se sobre estime la inflación, llevando a cobrar pagos más altos del que existirían con una unidad de referencia de la inflación como la UF, e incluso podría limitar la extensión de ciertos contratos.
El lado negativo de que algunos contratos estén en UF
Como se mencionó, la indexación de los contratos a la UF está diseñada para proteger el valor real de las obligaciones ante la inflación. Por ejemplo, si existiera exceso de oferta del bien o servicio asociada a un determinado contrato indexados a la UF, los precios deberían disminuir en el corto plazo, lo que podría ayudar a reducir las presiones inflacionarias del momento, pero como están en UF los precios en términos nominales seguirán subiendo si existe inflación, quizás hasta que ese contrato se renueve.
¿Qué efecto es más relevante?
En general, la indexación de los contratos a la UF proporcionando estabilidad y protección contra la inflación, tanto para acreedores como deudores, es el factor más relevante para considerar, independiente que puede haber algunas situaciones de exceso de oferta lo que podría limitar la disminución de precios. Lo que hay que tener claro, es que la UF no cambia por si sola, sino que cambia porque hay inflación (aumento generalizado en el nivel de precios), por ello lo relevante es ver como controlamos la inflación con políticas fiscales y monetarias adecuadas, pues de eliminar dicha unidad de medida de algunos contratos, probablemente hará que las estimaciones de la inflación, para definir los montos a pagar, se sobre estimen perjudicando aún más a las personas involucradas.
