Artículo de opinión por el Doctor en Derecho Procesal y académico de la Universidad de Talca, Diego Palomo.

Aunque el sistema judicial se rige por leyes y reglas bien definidas, el factor humano y el talante de los jueces y juezas pueden tener un impacto significativo en la administración de la justicia.
La forma en que los jueces tratan a las partes involucradas en un caso, su habilidad para escuchar y comprender los argumentos presentados y su capacidad para aplicar las leyes de manera justa y equitativa son factores cruciales en la toma de decisiones justas y efectivas.
Los jueces deben ser por mandato legal y constitucional imparciales y objetivos en su razonamiento, pero también deben tener empatía y comprensión hacia los individuos involucrados en el caso.
Es importante que los jueces tomen en cuenta las circunstancias únicas de cada caso, escuchando a las partes y considerando cómo sus decisiones pueden afectar a las personas involucradas.
Además, y aunque sea innecesario subrayarlo, el talante del juez o jueza puede influir en cómo se percibe la justicia en la sociedad en general.
Si las personas perciben que los jueces son fríos, insensibles o distantes, pueden perder la fe en el sistema judicial y en la capacidad de este para resolver conflictos de manera justa y efectiva.
Por otro lado, si los jueces son vistos como comprensivos, justos y equitativos, pueden ayudar a construir la confianza en el sistema y en la justicia como valor fundamental de la sociedad.
Como se quiera, guste más o menos a algunos o algunas, el factor humano y el talante son fundamentales en la administración de la justicia.
Los jueces y juezas deben ser imparciales, objetivos y justos, pero también deben ser capaces de escuchar y comprender las circunstancias únicas de cada caso. La capacidad de los jueces para aplicar las leyes de manera justa y equitativa mientras tienen en cuenta la humanidad de las partes involucradas es esencial para mantener la confianza del público en el sistema judicial y en la justicia misma como valor social.
Diego Palomo
U. de Talca