El ozono se utiliza para aumentar el flujo sanguíneo, mejorar la oxigenación de los tejidos y estimular el sistema inmunológico. Esta opción que parecía muy lejana, ya está en Talca.
La ozonoterapia es una técnica todavía desconocida para muchos, que se está aplicando en clínicas y centros médicos como una alternativa de tratamiento. Este método médico consiste en el uso del ozono, un gas compuesto de tres átomos de oxígeno, para tratar una variedad de enfermedades y condiciones. El ozono se puede administrar de varias maneras, como mediante inyecciones, insuflaciones o aplicaciones tópicas.
El ozono médico tiene propiedades bactericidas (es uno de los más potentes germicidas, actuando frente a hongos, bacterias y virus), analgésicas y antiinflamatorias, modulando y estimulando al sistema inmunológico y además mejora la circulación y la oxigenación de los tejidos debido a que favorece la cesión de oxígeno por parte de la hemoglobina.
Este tratamiento se utiliza para múltiples enfermedades, entre las que cabe destacar la artrosis, la hernia discal lumbar y la hernia discal cervical, el dolor crónico, retrasos de cicatrización, Fibromialgia, cansancio y fatiga crónica, vulvovaginitis de repetición y enfermedades inflamatorias en general.
En Talca, la kinesióloga Leyla Valenzuela es la única especialista en llevar a cabo este tratamiento. Descubrió la ozonoterapia hace cuatro años cuando su madre se cayó y se fracturó la columna. De tanto dolor que sentía, ella decidió intentar tratarla con medicina alternativa: la terapia con ozono.
En un momento donde nada funcionaba, viajó a Santiago para introducirse más en el tema y con lo poco que aprendió, trató a su madre. Finalmente, a las dos o tres semanas, ya caminaba sin dolor. Sorprendida por el resultado, viajó a Colombia e hizo cursos donde estudió cómo funcionaba este método de terapia para así aplicarlo en Chile.
Hoy, Leyla trabaja en su propia clínica, Oz Kinesiología, donde se realizan terapias de kinesiología y ozonoterapia, ambas dedicadas a mejorar la calidad de vida de las personas con permanentes dolores.
¿Quién es Leyla Valenzuela?
Soy kinesióloga. Licenciada en kinesiología, experta en ozonoterapia y medicina regenerativa. Hace años que me dedico a todo el tema de kinesiología en general y ahora ya el último año me especialicé en lo que es medicina regenerativa y en ozonoterapia.
¿Hace cuánto estás con tu emprendimiento de ozonoterapia?
Hace ya un año que estoy trabajando con esta técnica alternativa. Estuve parada un tiempo porque tuve una niña, pero ya volvimos de lleno en todo lo que es la kinesiología y la ozonoterapia.
¿De qué se trata tu emprendimiento?
La ozonoterapia más que nada se trata de buscar un alivio del dolor. Esto está apuntado un poquito más a los adultos mayores con artritis, artrosis. Lo que yo hago es hacer que esos dolores causados por las diversas enfermedades crónicas, se vayan o por lo menos bajen notablemente su intensidad.
¿De dónde sacas el ozono?
Yo tengo el equipo que es el generador y lo que yo voy renovando es el galón de oxígeno. El oxígeno medicinal es el que se va gastando, mientras que el equipo original, no se renueva.
¿Cómo funciona ese equipo generador de ozono?
Se mezcla con el oxígeno medicinal. El oxígeno que todos conocemos pasa a través de un transformador, un generador que hace que se transforme, que le agrega la otra partícula de oxígeno, porque el oxígeno es O2 y el ozono es O3. Entonces se agrega una partícula.
¿Cómo financias tu emprendimiento? ¿Cuál fue el puntapié inicial?
Cuando le hice la terapia a mi mamá me habían prestado un equipo. Luego, cuando terminé el diplomado y me llegó el diploma, mis padres me regalaron el equipo para que pudiera emprender de forma independiente.
¿Cómo surgió la idea del ozono? ¿Cómo fue que llegó a ti?
Hace un par de años atrás una persona conocida mía se había hecho esta terapia para una lesión crónica que tenía. Y probamos con todo, desde los traumatólogos hasta la medicina especializada, pero no queríamos llegar a la operación. A partir de ahí empecé a buscar alternativas tanto médicas como naturales, y llegamos al ozono, que acá en Chile no es muy conocido, pero en Colombia, en Alemania, en Italia, es super conocido. Mi hermano lo descubrió y me comentó que estaba haciendo ozonoterapia y notó que ya no le dolía. Y uno como es un poquito incrédulo al principio, no le creí.
Hace un tiempo, tres o cuatro años atrás, mi mamá se cayó y se fracturó la columna. Ella estaba ya en cama y esperando para poder operarse, porque no quería ni moverse ya que el dolor era muy fuerte
Entonces mi hermano me dice “¿por qué no le hacemos esta ozonoterapia?”. A partir de ahí yo viajo a Santiago a aprender de qué se trataba el asunto y empecé a hacerle terapia a mi mamá sin mucho conocimiento, porque ella no podía viajar. Cuando vi que mi mamá, después de la segunda o tercera sesión, empezó a ponerse de pie y a decirme que no le dolía, me dijo “hija, esto tienes que hacerlo porque de verdad funciona”. Y ahí fue cuando empecé a buscar dónde lo voy a estudiar, donde me voy a especializar. Finalmente hice mi diplomado en Colombia y ahí me puse a trabajar acá en Talca.
¿Qué es la ozonoterapia?
El ozono es un gas que lo encontramos de forma natural, pero nosotros lo generamos a través de un equipo y se aplica en el cuerpo, directamente en el músculo, en el tendón, en la articulación. El ozono es analgésico y antiinflamatorio, es bactericida. Tiene un montón de propiedades, es de rápida acción porque va directo a la zona del dolor. Alivia el dolor desde la primera sesión. Así de efectivo es.
¿Se podría considerar a la ozonoterapia como una medicina alternativa y natural?
Así es. Es considerado medicina alternativa y es totalmente natural.
¿En la ozonoterapia encontraste una herramienta que sirve de complemento para la kinesiología?
Claro, porque toda terapia, en kinesiología, siempre es necesario disminuir el dolor para hacer una buena recuperación. Entonces por eso la mezclé con el ozono, porque no sólo alivia el dolor, también desinflama y es más fácil trabajar después si es que hay que fortalecer el músculo, sí es que hay que elongar. Va de la mano con lo que es la terapia kinesica.
¿Qué propiedades médicas tiene el ozono?
Lo más importante del ozono es que es analgésico, antiinflamatorio y tiene poder regenerativo. Lo que pasa es que el ozono hace que la célula trabaje de tal forma como este “súper oxígeno”, como digo yo, entonces hace que la célula trabaje al 1000%. Por eso esto es algo natural, porque estimulamos para que el propio cuerpo desarrolle regeneración celular y que el proceso antiinflamatorio sea más rápido. También tiene poder bactericida. Tiene un montón de beneficios y cómo es un gas natural, no tiene contraindicaciones, es decir, no tiene efectos secundarios.
¿Cuál es la función del ozono? ¿Qué se espera cuando un paciente decide tratarse con este elemento?
El ozono es un gas natural. Lo que estamos haciendo es estimulando las células y haciendo que reconozca lo bueno y lo malo. Entonces, lo que son enfermedades crónicas, la ozonoterapia es una solución. Estas enfermedades pueden ser como la fibromialgia, la artritis, la artrosis, hernias, etc.
La ventaja es que evitamos muchas operaciones. De hecho ahora hay estudios de que el ozono ayuda a las enfermedades pulmonares, en México y Cuba se hicieron estudios en personas que tuvieron Covid y el ozono los ayudó a recuperar su función pulmonar, es un porcentaje super alto.
¿Cómo se aplica el ozono? ¿Tiene solo una forma de aplicarse?
No, tienen varias formas de aplicar. La más rápida y la que más me gusta es la infiltración que es con una aguja ultra fina, no con agujas como las tradicionales y va directo a la articulación, en el músculo, directo en la zona que está inflamada o que está con mucho dolor. También hay otra técnica que se llama Hemoterapia. Dónde se saca sangre, se ozoniza y se vuelve a meter en el cuerpo. Esta técnica es para todo el sistema inmune.
¿Cómo es el proceso del tratamiento? ¿Cuánto dura?
Cada paciente es diferente. Hay pacientes que llegan con dolores muy fuertes y de mucho tiempo, entonces con ellos vamos probando. Con esta gente que le duele mucho, hacemos un total de ochos sesiones y vamos probando. Empezamos con dos por semana, pero si el dolor baja, entonces bajamos a una sesión por semana, hasta llegar al resultado de una sesión cada 15 días hasta completar el total de las ocho sesiones.
Cuando se terminan estas ocho o diez sesiones, yo llamo al paciente luego de dos meses para saber cual es el estado del dolor y casi siempre el resultado es que el dolor desapareció.
Para los pacientes con dolores “normales” empezamos con una y ahí vamos viendo el desarrollo del dolor, pero generalmente no pasa más de tres sesiones.
Hay veces que por usar fuerza desmedida o hacer un mal movimiento, puede hacer que el dolor vuelva, y ahí se tiene que hacer una mantención. La mantención yo la ofrezco de regalo. La única mantención que tuve que hacer desde que empecé con esto, fue para mi madre, ya que ningún paciente volvió a sentir dolor.
¿Luego de las sesiones se requiere tiempo de reposo?
El día cuando uno se infiltra con ozono, uno lo siente y siente la zona como un poquito más pesada, siente algo adentro. Entonces yo le digo por lo menos un día sin hacer nada, y después ya moverse con normalidad pero con cuidado.
¿El ozono puede ser indicado en cualquier persona?
En cualquier persona. Hace bien a la gente con diabetes, a la gente hipertensa, hasta a las embarazadas, que no debieran tener ningún riesgo porque es un gas natural.
Esta terapia la puedes encontrar en el centro Oz Kinesiología, en el edificio centro Las Rastras 1, cuarto piso, oficina 418. Lo ideal es hacerlo con cita previa, esta la puedes conseguir contactándote a través del perfil de Instagram @oz.kinesiologia o por correo electrónico a la dirección [email protected].