Los derechos de la naturaleza se establecen como un límite para el Estado. Esto quiere decir que, al fijar los deberes de respeto y protección, se mandata al Estado a que no se afecte a la naturaleza, evitando que se genere un daño o impacto negativo en ella.
Por María Elisa Quinteros Cáceres, Presidenta Convención Constitucional.
Después de ocho meses de trabajo intenso, la Convención Constitucional ha comenzado a deliberar, votar y aprobar los artículos que pasarán al texto borrador de Nueva Constitución, que será sometido a plebiscito. Una etapa decisiva que ha requerido de un diálogo profundamente democrático, plural y transparente, de frente a la ciudadanía, para alcanzar acuerdos. Esta etapa ha permitido alcanzar amplias mayorías en varios artículos, mostrando un rumbo alentador en diversas materias, como las normas que votamos, en particular la semana pasada y que consagran los derechos de la naturaleza.
¿Qué importancia tiene esto?
Es un hito importante porque cambia el modelo de la relación del Estado y la sociedad con la naturaleza. Reconoce, por una parte, que tenemos una dependencia mutua y equitativa, lo que significa que la interacción, uso y otras actividades que se realicen se deberán ejecutar resguardando o cuidando la naturaleza y sus componentes.
Por otra parte, los derechos de la naturaleza se establecen como un límite para el Estado. Esto quiere decir que, al fijar los deberes de respeto y protección, se mandata al Estado a que no se afecte a la naturaleza, evitando que se genere un daño o impacto negativo en ella.
También, aprobamos que el Estado debe adoptar una administración ecológicamente responsable y promover la educación ambiental y científica mediante procesos de formación y aprendizaje permanentes. Lo anterior es muy relevante, ya que establece que es un rol del Estado crear una conciencia pública sobre los derechos que tiene la naturaleza y sobre el uso racional de recursos naturales, entre otros.
Todo esto, que parecen frases de buenas intenciones, ahora estarán en la Nueva Constitución para alegría de todas y todos los que luchamos desde hace años para proteger a la naturaleza como corresponde. De esta manera, seguimos avanzando en la construcción de una Constitución Ecológica, que se haga cargo de la crítica situación del medio ambiente, estableciendo una real protección constitucional para la naturaleza.
